La Muerte del Cisne.
El largo cuello de la nieve pura
Reclinó su cabeza bajo el ala suave,
Y era aquella blanca y algodonosa nave
Tumba y cadáver de luz y hermosura.
Tenía el blancor la muerte y negrura
De las cosas tristes que acaso no caben
En el pecho grande y que son la llave
Del dolor, del llanto, de la pena dura.
Moríase el cisne con el cuello en ese,
Su plumón de armiño qué gélido estaba
Que la misma nieve clamaba de pena.
Y era el ave fría que perfecta fuese,
Imagen terrible que el lago asolaba,
Un blanco asfodelo sobre las arenas.
............ ......... ......... ......... ......... ......... .....
Francisco Antonio Ruiz Caballero.
El largo cuello de la nieve pura
Reclinó su cabeza bajo el ala suave,
Y era aquella blanca y algodonosa nave
Tumba y cadáver de luz y hermosura.
Tenía el blancor la muerte y negrura
De las cosas tristes que acaso no caben
En el pecho grande y que son la llave
Del dolor, del llanto, de la pena dura.
Moríase el cisne con el cuello en ese,
Su plumón de armiño qué gélido estaba
Que la misma nieve clamaba de pena.
Y era el ave fría que perfecta fuese,
Imagen terrible que el lago asolaba,
Un blanco asfodelo sobre las arenas.
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Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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