Basta de atentados
Viviana tiene 22 años, es educadora en el Centro Belén de la Red El Encuentro de José C. Paz, cuya coordinadora es Ana Gravina. Estaba en la marcha hoy en La Plata para pronunciarse contra la baja de edad de imputabilidad de los chicos y contra el hambre que nos inventaron. Andaba entre las murgas los malabares y las risas despeinadas de los pibes. La secuestraron a las 3 de la tarde en Calle 6 y 50, una mujer y dos hombres -en plena marcha- mientras la custodia policial que era mucha, como siempre no vio, no supo, no responde.
Fue golpeada salvajemente, tajeada en las palmas de la mano, en los brazos, en el vientre y en los pies. Por amor a los pibes que están ahí. Que siguen ahí. Que son muchísimos. Que viven sus malas vidas en una larga tanda publicitaria que tiene distraído al resto de la sociedad. Viven como pueden y como están, como los hemos dejado: solos.
Viviana es una muchacha hermosa que todos los días despliega manteles en la mirada de los niños.
Para los que mutilan el prodigio de la vida el hambre no es un crimen. Denunciarlo sí.
Alberto Morlachetti
Coordinador Nacional
Viviana tiene 22 años, es educadora en el Centro Belén de la Red El Encuentro de José C. Paz, cuya coordinadora es Ana Gravina. Estaba en la marcha hoy en La Plata para pronunciarse contra la baja de edad de imputabilidad de los chicos y contra el hambre que nos inventaron. Andaba entre las murgas los malabares y las risas despeinadas de los pibes. La secuestraron a las 3 de la tarde en Calle 6 y 50, una mujer y dos hombres -en plena marcha- mientras la custodia policial que era mucha, como siempre no vio, no supo, no responde.
Fue golpeada salvajemente, tajeada en las palmas de la mano, en los brazos, en el vientre y en los pies. Por amor a los pibes que están ahí. Que siguen ahí. Que son muchísimos. Que viven sus malas vidas en una larga tanda publicitaria que tiene distraído al resto de la sociedad. Viven como pueden y como están, como los hemos dejado: solos.
Viviana es una muchacha hermosa que todos los días despliega manteles en la mirada de los niños.
Para los que mutilan el prodigio de la vida el hambre no es un crimen. Denunciarlo sí.
Alberto Morlachetti
Coordinador Nacional
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