POR CRISTINA CASTELLO
La poesía es la revolución de Dios.
Es un compromiso con la vida. Es reveladora y develadora. Es un secreto que se hace camino en un mundo brutal, para abrir mentes y corazones. Y claro... en Roma a los poetas se los llamaba vates —que quiere decir adivinos, como bien señaló Philip Sidney en su Apology for Poetry—. Y la escritura toda es revolucionaria, cuando es literatura y no vacío, porque es resistencia y es persistencia de auroras; es conciencia crítica para el mundo, motor para la imaginación y expansión del espíritu. Es un arma. Para el bien y la libertad, y tiene poder para transformar el mundo, particularmente la poesía. Por eso tantos poetas azules padecieron y fueron asesinados en campos de concentración; porque la poesía, como todas las manifestaciones del arte verdadero, es muy peligrosa para el Poder. El Poder quiere esclavos y el arte es un horizonte definitivo de libertad. Y ya sabemos, con el español León Felipe, que hay un tirano que sujeta, y otro tirano que desata. Y entre los dos, el predio de la libertad, hazaña prometeica, de tensión angustiosa y sostenida, de equilibrio y amor.
Todo acto es político, y la poesía, para mí, es un viaje hacia adentro, una interioridad, una manera de conocimiento: «¿Qué es escribir? Es algo que no puedes hacer hasta que no saques la última línea de ti mismo», dice un poeta ruso. Y de eso se trata. Pero yo siento que el acto poético no es sólo el momento de escribir, sino el intento por encontrar lo verdadero y la medida del amor hacia la humanidad. En cuanto a mí, sin poesía estaría perdida en el mundo, porque me perdería de mí.”
La poesía es la revolución de Dios.
Es un compromiso con la vida. Es reveladora y develadora. Es un secreto que se hace camino en un mundo brutal, para abrir mentes y corazones. Y claro... en Roma a los poetas se los llamaba vates —que quiere decir adivinos, como bien señaló Philip Sidney en su Apology for Poetry—. Y la escritura toda es revolucionaria, cuando es literatura y no vacío, porque es resistencia y es persistencia de auroras; es conciencia crítica para el mundo, motor para la imaginación y expansión del espíritu. Es un arma. Para el bien y la libertad, y tiene poder para transformar el mundo, particularmente la poesía. Por eso tantos poetas azules padecieron y fueron asesinados en campos de concentración; porque la poesía, como todas las manifestaciones del arte verdadero, es muy peligrosa para el Poder. El Poder quiere esclavos y el arte es un horizonte definitivo de libertad. Y ya sabemos, con el español León Felipe, que hay un tirano que sujeta, y otro tirano que desata. Y entre los dos, el predio de la libertad, hazaña prometeica, de tensión angustiosa y sostenida, de equilibrio y amor.
Todo acto es político, y la poesía, para mí, es un viaje hacia adentro, una interioridad, una manera de conocimiento: «¿Qué es escribir? Es algo que no puedes hacer hasta que no saques la última línea de ti mismo», dice un poeta ruso. Y de eso se trata. Pero yo siento que el acto poético no es sólo el momento de escribir, sino el intento por encontrar lo verdadero y la medida del amor hacia la humanidad. En cuanto a mí, sin poesía estaría perdida en el mundo, porque me perdería de mí.”
2 comentarios:
Profundamente un alma expuesta. El alma no tiene reglas y cuando el poema se adueña de ella,uno busca esa "última línea", sabiendo que no llegará, porque está en crecimiento perpetuo.
Valioso homenaje,vaya mi reconocimiento al generoso aporte de cada lector, que es quien termina el poema.
http://enfugayremolino.blogspot.com/search/label/x%20PALABRAS%20en%20PELIGRO
gracias Laura por acompañarnos con tus letras y tus sensibilidades tan unidas a perpetuidad a este maravilloso acto de creación y recreación como escribientes y lectores de la vida.
un beso _silvia
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