Semillas
Presas. Van a encarcelarnos. A ellas y a mí.
Ellas. Las miles más miles de almas esbeltas
que conmigo son contrabandistas.
De valores. De utopías posibles. De Arte.
Arte. Negación de la finitud humana.
Vivir sin máscara es un deseo de belleza.
Es “mi” sueño de siempre vigilia por “los” sueños.
Es sed de manos abiertas.
Esta sed mía grande tanto ya que ahoga.
Quiero que cada ventana alumbre un violín un piano un arpa.
Que en todas las avenidas del mundo
esculturas de Giacometti miren en deleite a La Piedad.
Quier o que en todas las sedes de los gobiernos todos
un Cristo de Velázquez aborte el horror.
Esta sed. Sed bendita que agosta y reverdece el alma.
Vida esta prodigiosa que alarga el deseo de asirla. Toda.
Y la tregua que viene con pasos demorados.
Quiero que Fra Angélico escape de El Prado
y su Anunciación recorra al mundo en Luz.
Quiero que Redon y Mantegna, Ucello, Morandi, Leonardo y Monet,
sean huella. Faro. Y deroguen verdugos para que Nunca Más.
Quiero que sepamos de una vez por Dios ya es hora
que en amor la entrega absoluta es certidumbre de libertad.
Que por las mañanas en lugar de noticias de almas sin ángeles
Bach, Poulenc, Mahler, Di Lasso, Debussy, Schubert y Chopin
estallen sobre un Río de la Plata que transmute en mar.
Mar azul de amor que en noche arrulle almohadas
con madrigales, adagios y claros de luna.
Quiero. Quiero y siembro. Quiero.
Que enseñemos bondad con bondad.
Que el cielo esté siempre pecoso de estrellas.
Quiero adultos con risa virgen y ángeles que retraten en niños.
Que los impiadosos respiren a Blake.
Que Rilke exorcice la obviedad.
Que los viejitos vivan en honor.
Que el País el Continente el Mundo el Universo
sean para iguales y sin discriminación.
Quiero. Que Eluard, Desnos y Rimbaud, Quasimodo, Yeats,
Lorca, Kavafis y Celan, dancen en poesía sobre todas las almas.
Y que entonces la Canción de la Alegría de Schiller
La Oda a la Libertad la Novena de Beethoven
sean el Himno de todos los Justos de la Tierra.
Par a vivir con sed sagrada sed.
Para amanecer en víspera.
Para sembrar arte y amor.
Para no ver ya.
Máscaras.
Sólo luz sólo verdad.
Escrito en Buenos Aires en el año 2000
Poema del libro « Soif » (« Sed »), francés - español
Publicado en Paris - Octubre 2004
Por Cristina Castello
Presas. Van a encarcelarnos. A ellas y a mí.
Ellas. Las miles más miles de almas esbeltas
que conmigo son contrabandistas.
De valores. De utopías posibles. De Arte.
Arte. Negación de la finitud humana.
Vivir sin máscara es un deseo de belleza.
Es “mi” sueño de siempre vigilia por “los” sueños.
Es sed de manos abiertas.
Esta sed mía grande tanto ya que ahoga.
Quiero que cada ventana alumbre un violín un piano un arpa.
Que en todas las avenidas del mundo
esculturas de Giacometti miren en deleite a La Piedad.
Quier o que en todas las sedes de los gobiernos todos
un Cristo de Velázquez aborte el horror.
Esta sed. Sed bendita que agosta y reverdece el alma.
Vida esta prodigiosa que alarga el deseo de asirla. Toda.
Y la tregua que viene con pasos demorados.
Quiero que Fra Angélico escape de El Prado
y su Anunciación recorra al mundo en Luz.
Quiero que Redon y Mantegna, Ucello, Morandi, Leonardo y Monet,
sean huella. Faro. Y deroguen verdugos para que Nunca Más.
Quiero que sepamos de una vez por Dios ya es hora
que en amor la entrega absoluta es certidumbre de libertad.
Que por las mañanas en lugar de noticias de almas sin ángeles
Bach, Poulenc, Mahler, Di Lasso, Debussy, Schubert y Chopin
estallen sobre un Río de la Plata que transmute en mar.
Mar azul de amor que en noche arrulle almohadas
con madrigales, adagios y claros de luna.
Quiero. Quiero y siembro. Quiero.
Que enseñemos bondad con bondad.
Que el cielo esté siempre pecoso de estrellas.
Quiero adultos con risa virgen y ángeles que retraten en niños.
Que los impiadosos respiren a Blake.
Que Rilke exorcice la obviedad.
Que los viejitos vivan en honor.
Que el País el Continente el Mundo el Universo
sean para iguales y sin discriminación.
Quiero. Que Eluard, Desnos y Rimbaud, Quasimodo, Yeats,
Lorca, Kavafis y Celan, dancen en poesía sobre todas las almas.
Y que entonces la Canción de la Alegría de Schiller
La Oda a la Libertad la Novena de Beethoven
sean el Himno de todos los Justos de la Tierra.
Par a vivir con sed sagrada sed.
Para amanecer en víspera.
Para sembrar arte y amor.
Para no ver ya.
Máscaras.
Sólo luz sólo verdad.
Escrito en Buenos Aires en el año 2000
Poema del libro « Soif » (« Sed »), francés - español
Publicado en Paris - Octubre 2004
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