El Ejército tolera una mega marcha pacífica, mientras versiones periodísticas destacan la huida de la familia de Hosni Mubarak hacia Londres
EL CAIRO, EGIPTO (01/FEB/2011).- Las Fuerzas Armadas egipcias dijeron que no dispararán a protestas pacíficas y que reconocen “la legitimidad de las exigencias del pueblo”, previo a la marcha que busca reunir hoy a un millón de personas para exigir la salida del presidente Hosni Mubarak, en el séptimo día de una rebelión que ha dejado al menos 125 muertos.
Una marcha similar fue anunciada en Alejandría.
La declaración militar figuró como una nueva señal de que el Ejército está dispuesto a dejar continuar las protestas siempre y cuando sigan siendo pacíficas, incluso si terminan con la salida del mandatario. Si el presidente de 82 años, ex comandante de la Fuerza Aérea, pierde el apoyo militar ello le propinaría un golpe definitivo.
Mubarak se vio cansado al tomar juramento al nuevo gabinete, en lo que pareció un intento de mostrarse receptivo a la furia popular. El cambio más importante fue la designación de un general jubilado de la Policía, Mahmud Wagdi, en lugar del ministro del Interior, Habib El-Adly, criticado por los manifestantes por la brutalidad de las fuerzas de seguridad, medida rechazada en las calles y por Estados Unidos, principal aliado del presidente.
La jornada, similar a la de días anteriores, resistió protestas con más de 10 mil personas que corearon la exigencia de que Mubarak deje el poder, y cuya familia escapó a su mansión ubicada en un lujoso barrio de Londres, en Gran Bretaña, según la prensa británica.
El periódico inglés “The Sun” indicó además que empleados del aeropuerto de Heathrow, al oeste de la capital británica, vieron a la esposa del jefe del Gobierno egipcio arribar a Londres.
Versiones periodísticas aseguran que el primero en salir del país fue el hijo del mandatario, Gamal, de 47 años, quien precisamente fue designado por su padre para asumir la presidencia, causa de la crisis.
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